Ruta por los pueblos más bonitos de la Costa Brava
La Costa Brava es mucho más que playas bonitas. Está formada por un paisaje rural con mucho encanto y por pueblos preciosos y auténticos por los que pasear. ¡Llenad el depósito del coche y subid las maletas porque nos vamos de ruta por los pueblos más bonitos de la Costa Brava! Los ordenamos de norte a sur.
Cadaqués
Empezamos por el mitico Cadaqués, sin lugar a duda uno de los pueblos más bonitos de la Costa Brava y también uno de los más turísticos y fotografiados. El encanto de sus casas blancas, su tradición pesquera y el surrealismo de Dalí han puesto a Cadaqués en el punto de mira internacional para cualquier viajero que quiere descubrir la Costa Brava
Cadaqués se encuentra en el Parque Natural de El Cap de Creus. A pocos minutos en coche, encontraréis Portlligat, donde está la casa-museo de Salvador Dalí. En el mismo pueblo de Cadaqués, a pie de playa, tenéis el Hotel Playasol, ideal para una escapada a Cadaqués.
Peralada
Bajando, encontraréis Peralada, uno de los pueblos medievales de la Costa Brava. Es conocido por su magnífico castillo y por el Festival Castell de Peralada que se celebra cada verano y que lleva al escenario a grandes artistas internacionales. Además, sus calles están llenas de encanto.
Si os gusta el vino, el spa y el golf, en Peralada estaréis de lujo. Allí se encuentra el Hotel Peralada Wine Spa & Golf, que combina a la perfección estos tres placeres.
Empuriabrava
Cerca de Peralada, hacia el mar, descubriréis Empuriabrava, un pueblo con mucho ocio y actividad. Paseando por sus calles descubriréis lo que le convierte en un rincón especial de la Costa Brava: sus canales llenos de barcas. ¡Es “la Venecia de la Costa Brava”! Sin duda, merece la pena un paseo por Empuriabrava.
A pocos kilómetros de Empuriabraba encontraréis el Almadraba Park Hotel, un espectacular hotel con vistas al mar, gracias a su situación privilegiada encima de un promontorio sobre el mar.
L'Escala
L’Escala es uno de los pueblos pescadores más importantes y conocidos de la Costa Brava, en el que destaca la anchoa como producto local muy arraigado. En L’Escala se vive de cara al mar… y también de cara a la Tramuntana, el viento típico de la Costa Brava.
Al lado de L’Escala se encuentran las ruinas de Empúries, el lugar donde llegaron los griegos a la Península Ibérica, por primera vez, hace miles de años. Desde L’Escala sale un paseo peatonal muy cómodo (que forma parte del Camino de Ronda) que os lleva hasta Sant Martí d’Empúries, pasando precisamente por las ruinas de Empúries y sus bonitas playas.
No os cansaréis de explorar las playas de L’Escala. Una de las más bonitas es la de Cala Montgó, donde se ubica el tranquilo y agradable Hotel Can Miquel.
Sant Martí d’Empúries
Ya sea caminando desde L’Escala o las ruinas de Empúries, o bien directamente en coche, merece la pena dar un breve paseo por Sant Martí d’Empúries. Es un pueblo medieval diminuto pero tiene muchísimo encanto.
L’Estartit
Siguiendo hacia el sur por la costa, encontraréis L’Estartit, uno de los destinos de la Costa Brava más elegido por las familias con niños por su buena oferta de ocio para las familias y la poca profundidad de sus playas.
También acuden muchos submarinistas a L’Estartit, ya que delante de su costa se encuentra la reserva natural de las Islas Medas (illes Medes), un lugar estupendo para explorar la fauna y flora marina.
Si buscáis un hotel familiar en la Costa Brava, el Hotel Les Illes puede ser una buena opción. Está ubicado delante del puerto de L’Estartit y ofrece alojamiento y actividades acuáticas para toda la familia: submarismo, snorkel, kayak, vela...
Begur
Begur es un pueblo muy vivo, con mucha oferta gastronómica y un casco antiguo precioso por el que pasear e ir de tiendas. Que nos os dé miedo la pendiente: subid hasta la cima de su castillo medieval desde el cual tendréis unas vistas espectaculares al cabo de Begur y la Costa Brava.
Las playas de Begur son de las mejores calas de la Costa Brava. Una de ellas es la cala de Aiguablava, que hace honor a su nombre por el potente azul de sus aguas. Muy cerca está el Hotel Aigua Blava, un hotel situado delante del mar, en pleno Camino de Ronda.
Pals
Pals es para muchos otro de los pueblos más bonitos de la Costa Brava y también uno de los más visitados. Sus murallas y pasado medieval lo convierten en un pueblo con mucho encanto y muy bien cuidado. Cada calle, cada arco, cada casa de piedra y cada rincón de Pals tiene un encanto que enamora al visitante.
En Pals está el Hotel Mas Salvi, una masía del siglo XVII rehabilitada en un hotel con mucho encanto. Si preferís estar delante de la playa de Pals, tenéis dos opciones estupendas: por un lado, el hotel La Costa Beach & Golf Resort, que cuenta con piscina y acceso directo al Golf de Pals; y, por otro, el Hotel Sa Punta, que está rodeado de grandes jardines, terrazas y dos piscinas de agua de mar.
Peratallada
Como Pals, Peratallada es uno de los pueblos medievales con más encanto de la Costa Brava. Y además, están muy cerca el uno del otro. Peratallada es más pequeño pero enamora por sus rincones encantadores, arcos y balcones adornados con flores.
Monells, Palau-Sator, Cruïlles, Sant Martí Vell y Madremanya
Además de Pals y Peratallada, hay otros pueblos medievales en el Empordà - Costa Brava que, aunque son realmente diminutos, son preciosos y merecen una visita. Recomendamos: Monells, Palau-Sator, Sant Martí Vell, Cruïlles y Madremanya. Los cinco tienen mucho encanto y la mitad de turistas, ya que son menos conocidos.
Son pueblos tan pequeños que se visitan en un paseo de media hora. Pero en ese rato disfrutaréis de su aire medieval y su encanto tan auténtico.
Calella de Palafrugell
Calella de Palafrugell es para muchos artistas uno de los pueblos más bonitos de la Costa Brava: inspiró por ejemplo a Joan Manel Serrat para escribir su mítica canción “Mediterráneo”. Calella es espectacular, sobre todo vista desde el mirador que hay pasada la playa del Port Bo.
El primer sábado de julio es siempre una noche especial para Calella y la Costa Brava: se celebra la tradicional Cantada de Habaneras en la playa del Port Bo. ¡Un espectáculo único a ver una vez en la vida!
Si buscáis un hotel con encanto en Calella, os proponemos tres que seguro que os gustarán: el Hotel Alga, el Hotel Garbí y el Hotel Sant Roc.
Desde Calella podéis ir andando a Llafranc por un Camino de Ronda fácil y bien adaptado. Eso sí, ojo que al llegar a Llafranc hay un buen número de escalones.
Llafranc
Igual que Calella, Llafranc es una de las playas de Palafrugell. Conserva también mucha tradición marinera y es habitual ver las barcas en el puerto, delante de la playa. Su bahía es preciosa y no es de extrañar que sea uno de los destinos favoritos de la Costa Brava para muchas familias.
En Llafranc se encuentra el Far de Sant Sebastià, situado en la cima de una montaña y al que podéis subir en coche o continuando el Camino de Ronda. Las vistas desde arriba son espectaculares, especialmente en la salida del sol.
Encontraréis tres hoteles con encanto en Llafranc delante de la misma playa, ubicados en el paseo marítimo: el Hotel Terramar, el Hotel Llafranc y el Hotel Llevant. Los tres tienen vistas al mar.
S’Agaró
S’Agaró es una bonito pueblo marinero por el que pasa uno de los Caminos de Ronda más bonitos de la Costa Brava: el que va de la playa de Sant Pol a la playa de Sa Conca. Es un camino fácil y muy bien adaptado, que se puede hacer en unos 25 minutos. Ambas playas son cristalinas, de poca profundidad y realmente bonitas.
Además, el pueblo de S’Agaró es muy agradable para un paseo. Allí se encuentra el Hotel S’Agaró Wellness & Spa donde además de dormir bien, podréis relajaros y cuidaros en su maravilloso spa.
Sant Feliu de Guíxols
Sant Feliu de Guíxols es uno de los pueblos más conocidos y más queridos de la Costa Brava. Es una mezcla de tradición marinera, playas y Caminos de Ronda preciosos y pasión por la cultura. ¡No os perdáis la llegada de las barcas de pesca al puerto por la mañana!
En Sant Feliu hay una gran oferta de ocio y seguro que os sonará el famoso festival Porta Ferrada que se celebra en Sant Feliu cada verano. La famosa playa de Sant Pol es una de las más bonitas de la Costa Brava. Y justo en la playa se encuentra el Hotel Sant Pol.
Tossa de Mar
No podíamos terminar esta ruta por los pueblos más bonitos de la Costa Brava sin pasar por Tossa de Mar, un pueblo con mucho encanto y pasado medieval. Tossa es único por su espectacular muralla y castillo, que pueden verse desde la misma playa, mientras te das un chapuzón o paseas por la arena.
Si queréis dormir en Tossa, encontraréis el Hotel-Restaurante Granados, un hotel boutique con encanto que perteneció a la familia del músico Enrique Granados.
¡Buena escapada!
Fotos: Jorge Franganillo, Jennifer Woodard, malditofriki, txikixa, Miquel Gonzalez Page.