Les meilleurs sentiers côtiers de la Costa Brava
El olor a pinos y a agua salada, el verde de los árboles mezclado con el azul del mar al fondo... En la Costa Brava, los mejores paseos se encuentran junto al mar, en sus Caminos de ronda.
Para aprovechar un día nublado, para estirar las piernas durante un día de playa o para descubrir la Costa Brava a pie y despacio; todos los motivos son buenos cuando se trata de adentrarse en los Caminos de Ronda.
En este artículo os acompaño por los que son, a mi parecer, los mejores caminos de ronda de la Costa Brava. Todos ellos son paseos cortos y fáciles, junto al mar y muy conocidos, accesibles para todos los niveles (pueden hacerse con niños), y que os llevarán por algunos de los paisajes más bonitos de la Costa Brava. Como son tramos cortos, podréis ir y volver fácilmente.
No olvidéis llevar: abundante agua, crema solar, calzado para caminar por tierra, una gorra y bañador (si es verano). También recomendables los prismáticos y la cámara de fotos, para inmortalizar todos los paisajes que vais a encontrar.
Camino de Sant Feliu a S’Agaró
5km. 1h aprox.
Este tramo empieza en cala Jonca de Sant Feliu de Guíxols. Subid las escaleras que salen de esta playa para tomar el camino de ronda. Hay que cruzar primero una urbanización hasta llegar a un pinar. Por el camino, descubriréis la cala el Molí, donde se encuentra la única vía ferrata colgada sobre el mar, y cala Maset.
En este tramo de Sant Feliu a S’Agaró podréis disfrutar del paisaje tan típico de la Costa Brava: acantilados de piedra sobre el mar y aguas de color turquesa. El camino de ronda sigue al lado del mar hasta llegar a la Playa de Sant Pol, en S’Agaró.
Una vez en S’Agaró el camino de ronda se convierte en un paseo novecentista precioso, diseñado por el arquitecto Rafael Masó. Este paseo artístico os llevará hasta la playa Sa Conca.
De vuelta, encontraréis en la población de Sant Feliu mucha actividad y propuestas culturales.
Si S’agaró os ha robado el corazón, echad un vistazo al Hotel S'agaró, situado delante de la playa de Sant Pol, en el que podréis alargar vuestro romance con la Costa Brava y seguir por los caminos de ronda al día siguiente.
Camino de La Fosca a Castell
1,5 km. 22 min aprox.
Nos encontramos en la playa La Fosca, en Palamós, que recibe su nombre por el gran islote negro que se sitúa justo en medio (“fosca” en catalán significa “oscura”). Mirando al mar, seguimos hacia la izquierda (dirección norte), hacia el Castillo de Sant Esteve, del siglo XIII. Pasado el castillo, llegaréis al pinar de Gori. ¡Atención, desde aquí tenéis una de las mejores vistas de la Costa Brava! Delante de vuestros ojos, S’Alguer, un antiguo barrio pescador, diminuto y con mucho encanto.
Siguiendo el camino llegaréis a Playa Castell, una de las mejores playas de la Costa Brava. Lo que hace especial esta playa es su estado virgen; es de las pocas que ha conseguido sobrevivir a la urbanización.
De vuelta a La Fosca, mi recomendación de alojamiento es el Hotel Ancora, situado justo enfrente de la playa.
Camino de Calella a Llafranc
1,5 km. 20 min aprox.
El camino de ronda entre Calella de Palafrugell y Llafranc es uno de los más elegantes y accesibles de la Costa Brava, ya que está en muy buenas condiciones y tiene una gran amplitud.
Salimos del pueblo de Calella de Palafrugell, famoso por sus arcos, su cantada de habaneras (el 1er sábado de julio) y por sus tabernas. Acercaos a la playa de Port Bo: hacia la izquierda veréis los jardines de Cap Roig y las islas Formigues; a la derecha, la dirección que queréis tomar: la punta del Conill y, detrás de esta, la playa de Canadell, donde la familia del escritor Josep Pla tenía una casa.
Tras atravesar la playa de Canadell y subir varias escaleras llegaréis a Llafranc, el barrio marinero de Palafrugell en unos veinte minutos.
Los más valientes, podéis continuar el camino de ronda hacia el Far de Sant Sebastià, a 175 m sobre el nivel del mar, donde tendréis una de las mejores vistas al mar de la Costa Brava. Si llegáis arriba, vuestra merecida recompensa se llama Hotel El Far (y es también un exquisito restaurante).
Por su parte, el pueblo de Llafranc cuenta con una excelente oferta de hoteles cómodos, típicos y con mucho encanto: Hotel Terramar, Hotel Llevant y Hotel Llafranch. Y es un plan perfecto para una escapada en la Costa Brava.
Camino de L’Escala a Sant Martí d’Empúries
5,2 km. 1h aprox
Iniciamos este camino de ronda en una de las playas de L’Escala: playa Riells. Continuad por el paseo del Mar, dirección norte. Si no conocéis L’Escala, aprovechad para recorrer su núcleo antiguo y probar su especialidad: las anchoas. Si os apetece tomar algo, acercaos a la enoteca Els Barrils (c/ Alfolí, 8), un lugar de moda para hacer los vermuts. En esta enoteca sólo podréis pedir para beber agua o vino. Además, se encuentra en una de las calles famosas de L’Escala, la calle Alfolí, que mira hacia el norte, de cara a la tramontana. ¡Todo un reto en los días en los que sopla fuerte!
Momento de volver al paseo del Mar y continuar el camino de ronda. Siguiendo siempre junto al mar, dirección norte, pasaréis la cala de la Creu, donde veréis las barcas de pescadores.
Un poco más allá os encontraréis el Lampadòfor, el monumento a la llama Olímpica. Girad a la derecha para tomar el paseo de Empúries. Este tramo de camino de ronda está muy bien condicionado, transcurre bajo un pinar y pasa por las tranquilas calas de Rec del Molí, el Portitxol y Les Muscleres, además de las magníficas ruinas de Ampurias y el muelle griego donde los griegos desembarcaron en la Península Ibérica.
Siguiendo el paseo de Empúries llegaréis a otro de los rincones con más encanto de la Costa Brava: el pueblo de Sant Martí d’Empúries.
Si buscáis alojamiento en L’Escala, Hotel Can Miquel es una excelente opción. Situado en cala Montgó, es un hotel que goza de un entorno fabuloso y típicamente mediterráneo.
Camino de Cadaqués a Portlligat
1,15km. 20 min aprox.
Acercaos a la Oficina de Turismo de Cadaqués, donde os darán mapas y más información detallada sobre esta ruta. Mirando al mar, seguid hacia la izquierda, dirección la playa de Es Poal. Durante el camino podréis apreciar algunos noraix que se conservan en el pueblo (antiguas piedras que servían para amarrar las barcas) y la casa donde se alojó Picasso el verano de 1910.
Delante de la playa de Es Poal hay una pequeña plaza con una olivera desde donde sale la calle de la Miranda, el antiguo camino a Portlligat. Subid esta calle de inclinación pronunciada hasta la ermita de Sant Baldiri.
Tras pasar la ermita, a la izquiera, seguiremos hacia la carretera que nos llevará hasta Portlligat, el puerto natural de los pescadores de Cadaqués. En esta cala se instaló Salvador Dalí con su musa Gala durante 50 años, tras decidir que este era “el lugar más bonito del mundo”. La casa museo de Salvador Dalí es más que recomendable.
En Cadaqués, podéis alojaros en el Hotel Playa Sol, muy céntrico, situado frente a la playa de Es Pianc, justo al lado de la playa de Es Poal.
Fotos por orden de aparición: calafellvalo, calafellvalo, roser goula, jofre ferrer, Jaume CP BCN, llunatica81, roser goula, roser goula, roser goula, Albert Torelló, Albert Torelló, Jorge Franganilo, Jorge Franganilo.